Las yemas de huevo de codorniz proporcionan nutrientes importantes. Son ricas en grasas, como grasas neutras, lecitina y colesterol, así como minerales esenciales como calcio, fósforo y hierro. Además, contienen proteínas de alta calidad y una variedad de vitaminas, incluyendo A, D y B. Las yemas de huevo de codorniz son fundamentales para el desarrollo cerebral. La lecitina presente en las yemas de huevo de codorniz puede ser digerida por gatos y perros, liberando colina. La colina viaja a través del torrente sanguíneo hasta el cerebro, promoviendo el desarrollo cerebral en cachorros y previniendo el deterioro cognitivo en perros adultos, al tiempo que mejora la memoria. Además, la lecitina ayuda en la regeneración de las células hepáticas y estimula el metabolismo del cuerpo.